Capitulo 1. Madrugada
Ya era tarde para regresar a casa, eran exactamente las 2 de
la mañana y si llegaba a casa mi mama me mataría, aunque la verdad no se si habra llegado casa.
-
¿En que piensas? – pregunto Guillermo.
-
Es tarde y no se que hacer.- dije.
-
¿no sabes ?- pregunto
-
No es eso , es tarde y si llego a mi casa mi
mama me matara- conteste
-
Entonces quédate y duerme aquí.- comento
mientras sonreía.
-
¿Estas loco?-
Pregunte con asombro.
-
Tu estas loca si piensas salir a esta hora es peligroso.-
Decía mientras miraba la hora en su reloj de mano.
-
Bueno tienes razón ya mañana buscare una explicación
para darle a mi mama. Dije con resignación.
-
Ya vez, entonces ya es hora de dormir.- dijo.
-
Esta bien, ¿Pero donde dormiré? Pregunte mirando
buscando un posible lugar.
-
Pues aquí, ¿en donde mas?- Dijo señalando la
cama.
-
¿Los dos dormiremos juntos?- Pregunte con los
ojos muy abiertos.
-
Así es –
El afirmo con una sonrisa.
-
No me parece buena idea.- Recalque.
-
¿Por qué? Mira tu dormirás de este lado y yo del
otro. – decía sonriendo.
-
Ya esta bien.- dijo con resignación
La verdad estaba nerviosa, nunca había
dormido con un chico y aparte Guillermo me gusta hace medio año. Ya estamos ahí,
ahora solo faltaba dormir, despertar y volver a casa otra vez. Estaba echada a
su lado intentando dormir pero todo intento era inútil pues yo no puedo dormir
en otra cama que no sea la mía aparte que sufro de insomnio y mas cuando
estoy nerviosa.
-
¿Julieta estas despierta? – pregunto Guillermo
con vos bajita.
-
Si, no puedo dormir- Respondí.
-
Yo tampoco es raro Sabes…- comento.
-
¿Y porque?- Pregunte.
-
No lose., yo siempre duermo con mucha
facilidad.- dijo estirándose.
-
Te entiendo. Conteste.
-
¡Hace frio! , cerrare la ventana- dijo parándose,
cerró la ventana y jalo la cortina.
Se volvió a echar a mi lado pero
esta vez se acerco mas, me comenzó a mirar y yo empecé a incomodarme.
-
¿Dime como van las cosas en tu casa?- Pregunto.
-
Ahí. Tu sabes que prácticamente vivo sola-
comente.
-
Si gustas puedes venir en las tardes o yo ir a
visitarte sino salir a caminar para que no te aburras- me dijo con una linda
sonrisa que dibujaba sus labios.
-
Gracias, seria genial- dije devolviendo la
sonrisa.
-
Creo que ya es hora de dormir.- Comento.
-
Es verdad, hasta mas tarde entonces, duerme
bien.- dije acomodándome.
-
Tú también duerme bien pero antes me puedes dar
un abrazo- me dijo mirándome fijamente.
-
¿Un abrazo?- Pregunte asombrada.
-
Si un abrazo… ¿No puedes? – pregunto
Yo no dije nada solo lo mire y el
se acerco y me abrazo, su brazos eran
tan cálidos, me sentía bien a su lado yo también lo abrase.
-
Me gusta estar cerca de ti. – dijo mirándome tiernamente.
-
¿Lo dices enserio?- Pregunte mirándolo
-
Si es verdad, nunca sentí… - dijo
-
Sentiste…- dije
-
No se como explicarte- dijo sonrojándose.
-
No te preocupes- le sonríe
Seguíamos abrazados, la verdad no quería soltarlo, cerré mis
ojos y lo único que me acuerdo es que desperté a su lado, se veía tan lindo
dormido. Al parecer dormimos abrazados, era raro y a la vez dulce. Guillermo seguía
durmiendo y sus brazos aun rodeaban mi cintura. Después de unos minutos abrió sus
ojos y con una linda sonrisa dijo- Buenos días.
-
Buenos días- respondí
-
Muy bien, ¿y tu?- pregunto.
-
Muy bien, fue bonito tener tu compañía.-dijo muy
feliz
-
Gracias, a mi también me gusto. Comente.
-
¿Y tienes hambre? – Pregunto levantándose de la
cama.
-
Si un poco, ¿Qué hora es? – Pregunte
-
Son las 9 de la mañana- Respondió
-
Oh ya es hora de irme. – Dije
-
Ya pero primero come algo ¿si?- Pregunto Guillermo.
-
Esta bien- Dije.
-
Entonces hay que ir a la cocina haber que
preparamos- decía mientras habría la puerta de su cuarto.
-
Si , antes que se haga mas tarde- dije mirando
la hora.
Bajamos las escaleras, estaba tan distraída que tropecé en
el tercer escalón y casi me caigo pero Guillermo me agarro el brazo.
-¿Estas bien?- Pregunto mirándome fijamente.
- Si gracias a ti no
me caí.- respondí.
-No te preocupes yo siempre te protegeré- dijo mientras me
abrazaba.
- ¿De verdad?- Pregunte
sorprendida.
- Si, de verdad no dejare que nada te pase- respondí con esa
linda sonrisa.
-oh gracias que dulce eres.- comente
-No mas que tu- dijo guiñándome el ojo.
-¿Qué te parece si nos ponemos a preparar el
desayuno?-sugerí dejándolo de abrazar.
- Me parece una excelente idea señorita Juli- Decía mientras abría la puerta de la
refrigeradora.
- jajaja, si cada vez se me hace mas tarde para llegar a mi
casa.- dije
- Tienes razón, entonces hay que darnos prisa.- Dijo
Empezamos a preparar lo que íbamos a comer. Freímos huevos y
preparamos jugo de naranja.
-¿Cuántos panes vas a comer?- Pregunto sacando algunos panes
de una bolsa.
- Dos panes- respondí.
- Echare el jugo en los vasos ¿te parece?- Pregunte
- Si por favor- Respondió.
- Ya esta todo listo, vamos al comedor- decía Guillermo mientras
caminaba hacia la mesa llevando la fuente en sus manos.
Y yo llevaba los vasos de jugo. Ya sentados en la mesa desayunamos.
-
¿Qué le dirás a tu mama? – pregunto mientras
tomaba el jugo.
-
Pues la verdad no tengo idea, estoy preocupada. –
dije
-
Pero habla con ella, aparte no podías irte sola
era muy tarde- dijo
-
Exacto, pero le diré que estuve con Ana –
comente
-
Claro buena idea, aunque es una mentira pero
nose… ¿por que no le dices la verdad?-
pregunto.
-
No creo, odio mentir – dije
-
Entonces piénsalo bien – comento sonriendo.
-
¿Y tu mama cuando regresa de España?- Pregunte
-
Hoy en la tarde- respondió mientras termina de
tomar el jugo.
-
Que bien- Comente.
-
Creo que ya es hora de irme- dije levantando los
platos de la mesa.
-
¿Ya te vas?- Pregunto con carita de tristeza.
-
Si, ya es tarde, recuerda tengo que hablar con
mi mama- conteste.
-
Verdad, ¿Pero podemos vernos mas tarde?-
Pregunto con entusiasmo.
-
Claro que si, ¿En donde?- Pregunte sonriendo.
-
En el malecón, ¿Te parece?- Dijo.
-
Ya, me parece bien.-comente.
-
Entonces nos vemos a las 5- dijo llevando los
platos a la cocina.
-
Si, a las 5 – conteste sonriendo.
Fuimos a la cocina, lavamos los platos y
los vasos. Guardamos todo en la alacena de la cocina.
-
Ya me voy, muchas gracias por todo- dije con una
sonrisa.
-
De nada, esta es tu casa- Dijo Guillermo devolviéndome
la sonrisa y abrazándome.
-
Chau, mas tarde nos vemos, se puntual- comente.
-
Esta bien, te acompaño a la puerta – dijo
-
Ok, gracias- dije
-
Chau - dijo
-
Chau- dije.
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